Termostatos
- Publicado por Minus
- 12/04/2022
Termostatos
Hoy en día, ya es posible tener en la palma de tu mano los controles de tu calefacción, haya donde estés. Los termostatos han evolucionado con las nuevas tecnologías. ¿Quieres conocer cuánto?
A mí recuerdan a la evolución en los mandos a distancia de una televisión. Al principio se hacía todo de forma manual, para poco a poco, poder manejar todas las funciones, incluso desde la otra punta de la ciudad.
Pero, ¿qué es un termostato?
Son dispositivos que forman parte del sistema de regulación de temperatura de nuestro sistema de calefacción y que va a indicar a nuestra caldera, cuando debe comenzar a quemar combustible para aumentar la temperatura y cuando debe parar, al haber alcanzado la temperatura deseada.
Esta misma forma de trabajar será la que tengan los sistemas de aire acondicionado, por lo que los termostatos forman parte del sistema de climatización de tu hogar, generando calor cuando las temperaturas son muy bajas y generando aire frío, cuando las temperaturas son muy elevadas. En estos casos se programan según la época del año, obviamente.
En hogares donde no estén integrados estos sistemas de climatización, y solo se disponga de calefacción, el termostato solamente se utilizará con la calefacción.
Aunque cada vez más hogares disponen de un aparato de aire acondicionado, el cual incluye su propio termostato para regular la temperatura.
Gracias a la aparición de los termostatos, se consiguió una mayor comodidad y ajuste en la temperatura de los hogares, donde, anteriormente, o te quedabas helado, o parecía que estabas en una sauna.
Y obviamente, con esta regulación, también supuso un aumento del ahorro en la factura de calefacción, llegando incluso a reducirse la factura en un 30%. Aunque no solo ganó tu bolsillo, el medio ambiente, al reducirse la cantidad de combustible quemado, también lo agradeció.
Y es la evolución de los termostatos ha sido muy rápida, ¿quieres ver cómo ha sido?
El termostato evoluciona
Lógicamente, los termostatos no han estado ahí siempre, y en los primeros sistemas de calefacción, podíamos decir que el termostato era el propio ser humano. Si nos remontamos a las primeras calefacciones, las que hicieron los romanos en sus hipocaustos, la temperatura la solía mantener el propio dueño de la casa, o en el caso de los más adinerados, esta labor la realizaban los esclavos.
Como es lógico, el termostato ha ido evolucionando junto a la calefacción, y durante mucho tiempo, no ha habido un termostato como el que podemos imaginarnos hoy en día. Normalmente en los sistemas que utilizábamos para calentar nuestros hogares, se encendía o apagaba la fuente de calor, ya fuera un brasero, una estufa o el propio fuego en una chimenea.
Hoy por hoy, cualquier estufa, ya sea de gas, de pellet o de leña, tiene un termostato interno, ya no solo por mantener la temperatura, sino también como elemento de seguridad, al igual que en las calderas.
Poco a poco, el termostato se sacó de la caldera, ya que apareció un avance fundamental para ello, el quemado automático, y sobre todo de nuevos combustibles, como eran el gasóleo o el gas natural.
Y a partir de aquí comenzamos con los termostatos externos que nos permitían seleccionar la temperatura de una estancia o de la casa, si tener que estar pendiente de que se apagara el fuego o se incendiara todo.
¿Y qué tipos de termostatos tenemos hoy en día? Pues básicamente:
Termostatos analógicos, termostatos digitales y termostatos inteligentes.
Los termostatos analógicos los podemos encontrar en muchos hogares todavía. Con una ruleta o un botón elegimos la temperatura que deseemos. Son los más básicos.
Los termostatos digitales ya nos empiezan a ofrecer más servicios, como programación de encendido o apagado, en los modelos más avanzados, pero que en el fondo tienen las mismas funciones que el analógico, pero en una pantalla digital.
La gran evolución la tenemos en los inteligentes, que nos permiten control de temperaturas por zonas, programación de horarios, control total sobre la caldera, aunque no estemos en casa. Es la gran evolución de este sistema, que ahora podemos controlar incluso desde tu propio teléfono móvil.
Y como último elemento, y al que en Minus damos más importancia, es a los termostatos modulantes, que son los que se colocan en los radiadores de tu hogar cuando tienes una calefacción central y sobre la que vas a instalar repartidores de costes, como dice la ley.