Las heladas
- Publicado por Minus
- 12/01/2022
Aunque este año parezca que no está haciendo tanto frío, por la noche siguen bajando las temperaturas, cayendo grandes heladas.
Como en toda situación extrema, los sistemas suelen sufrir más de la cuenta, aunque también hay que indicar que estas situaciones ya están planteadas y tenidas en cuenta a la hora de diseñar y producir aparatos que puedan resistir este tipo de situaciones.
Pero por norma general, cuando un sistema se ve afectado por las heladas, es bastante probable que ya tuviera algún tipo de defecto previo, que, al llegar una climatología extrema, haya provocado que apareciese la avería.
Y sinceramente, precisamente en estos momentos, padecer una avería en nuestro sistema de calefacción, no es la situación más agradable, además de tener que recurrir a otros sistemas que provoquen un aumento de gasto en nuestro bolsillo debido a la reparación, sino que además tengamos que recurrir a diferentes fuentes de calor alternativas, que probablemente supongan un gasto que no teníamos contemplado en otras áreas, como electricidad.
Las heladas y tu calefacción
Para evitar que se de una situación en la que nuestro sistema de calefacción se vea comprometido por las bajas temperaturas, las revisiones son fundamentales para detectar, en el caso de que hubiese, cualquier tipo de desperfecto o avería que pudiera comprometer el sistema de calefacción entero.
Si la instalación de la caldera la tienes en el exterior del hogar, ya sea en el balcón, terraza, patio… el mantenerla aislada de las inclemencias del tiempo, permite mejorar su funcionamiento, evitando que, tanto el frío en invierno, como el calor en verano, supongan una amenaza a las partes más sensibles de la caldera, como pueden ser gomas, juntas, pantallas u otros elementos electrónicos.
Pero no solo la caldera es un elemento que se verá influido en las heladas, ya que, si la caldera no funciona correctamente, los radiadores no se calentarán como deben, y podría llegar incluso a congelarse el agua del circuito, aunque esto no es muy frecuente, ya que la mayoría de circuitos, incluyen un poco de anticongelante en este líquido que lo recorre.
Sobre todo, este tipo de situaciones las podemos encontrar en casa que se encuentran en el campo, chalets vacacionales u otro tipo de segundas viviendas. Y decimos segundas viviendas porque suelen ser hogares que no utilizamos durante todo el año o que no son nuestra residencia habitual.
Por eso, cuando llegamos para pasar pequeñas temporadas o días, cuesta arrancar a calentarlas, y lo mejor es hacer una revisión de todo el sistema previo a su puesta en marcha, para evitar que haya algún tipo de rotura o de anomalía, que pueda provocar un desastre mayor.
Además, esto supone, como ya hemos comentado, un aumento en la factura, de gas o de electricidad, y durante este primer mes del año, quizás no sea el mejor momento para que nos llegue una factura que se haya disparado, solo por no haber realizado una pequeña revisión a tiempo.
Mantener las heladas fuera de nuestra calefacción
Para conseguir mantener nuestro sistema de calefacción en perfecto estado antes y durante las heladas, tendremos que vigilar algunos elementos concretos del sistema, y verificar que todo funciona como debería.
La caldera, como ya te hemos comentado antes, es el principal motor de la calefacción y, por lo tanto, donde más debemos incidir a la hora de revisar sus diferentes componentes, y más cuando se encuentra en zonas exteriores. Ya te hemos hablado de las gomas de las juntas, que pueden ser la parte más endeble.
Pero si tu caldera está en el interior, existe un elemento que es la salida de gases o tubería de condensado, que es la tubería o el tubo por donde se va a expulsar la humedad que genere la quema de combustible en tu calera. Y con el frío exterior, esta tubería puede llegar a congelarse, y en un momento extremo, llegar a reventar.
Así que revisar que no tenga carámbanos de hielo y se encuentre en perfecto estado, es algo que no nos va a llevar mucho tiempo y nos va a permitir, con un simple vistazo, evitar males mayores.
En el caso de que todos los años te toque repararlo o cambiarlo, quizás debas plantearte el mejorar el aislamiento del ese tubo para evitarlo. Con cualquier aislante para estos tubos que se puede adquirir en cualquier gran superficie de bricolaje, lo puedes hacer tú mismo.
Mantener en constante funcionamiento la caldera, a una temperatura baja, para evitar el aumento en la factura del gas, hará que tu sistema mantenga una temperatura que evitará la congelación de cualquiera de sus componentes, es otra de las opciones que tenemos para combatir las temidas heladas.
Y si por desgracia, llegamos tarde con estos avisos y la tubería ya se ha congelado, para descongelarla, lo mejor es utilizar un elemento térmico, o un poco de agua tibia, para, poco a poco, evitar roturas por el cambio de temperatura. Cuando veas que parece descongelada, reinicia la caldera y vigila que no vuelva a congelarse mientras el sistema arranca.
En el caso de que se haya estropeado o se haya roto por completo, entonces será el momento de llamar a un técnico para que realice el cambio de pieza.
Pero si tu calefacción es comunitaria, y además cuentas con los sistemas de reparto de costes de Minus, esto no va a ocurrir en tu hogar.