Caldera central en tu comunidad
- Publicado por Minus
- 12/05/2022
Caldera central en tu comunidad
Ya se ha acabado el invierno y se apaga la caldera central en tu comunidad, pero, ¿sabes qué tipo de caldera hay instalada?
Es normal que no tengas una idea clara de su funcionamiento, aunque es el elemento principal que no pueden faltar en la instalación de calefacción. La caldera es el corazón que da calor a cada una de las viviendas de la comunidad.
Además, no solo se va a encargar de proporcionar el calor que disfrutas en tu hogar y que evita que pases frío durante los meses más complicados del año, sino que también se va a encargar de producir y llevar el agua caliente con la que te duchas o haces las tareas de limpieza.
Por norma general, la caldera central que hay en tu comunidad suele estar instalada en una sala específica para ello, que además tienen su propio mantenimiento y con una serie de regulaciones y características que deben cumplir, por ley. Pero esto ya lo trataremos en otra ocasión.
Hoy queremos centrarnos en la caldera central de tu comunidad, para que comprendas un poco mejor su funcionamiento, para saber lo necesario para su correcto funcionamiento.
Que caldera central hay en tu comunidad
Seguro que al pensar en la caldera central de tu comunidad te ha llegado a la mente el recuerdo de esos edificios antiguos donde las primeras plantas vivían en un constante verano, incluso en pleno mes de Enero, con temperatura muy elevadas, mientras que las últimas plantas no recibían casi ese agradable calor.
Por suerte, este tipo de situaciones ya no se producen, las calderas son mucho más modernas, los sistemas de reparto también han mejorado y ya no existen esos contrastes tan brutales.
Con las diferentes leyes que han ido obligando a la modernización de muchos edificios en sus sistemas, no solo se ha conseguido evitar esos desfases de temperaturas, sino que además se ha conseguido reducir los consumos y la generación de emisiones de gases contaminantes. Esto también se refleja en la factura del combustible que use la caldera y que repercute directamente en el bolsillo de cada vecino.
A día de hoy se instalan en las comunidades de vecinos, tres tipos de calderas diferentes.
En primer lugar, tenemos las calderas murales, denominadas así porque están colgadas de la pared de la sala de calderas.
Este tipo de calderas son de un tamaño inferior a lo normal o lo que consideramos normal, lo que permite que este tipo de calderas pueda ser instaladas en salas de calderas con un tamaño más reducido o con un difícil acceso. Hay que tener en cuenta también su mantenimiento, y el poder acceder de la mejor manera posible a ella.
No son unas calderas con una gran potencia por si solas, suelen rondar los 150 kW, pero la ventaja que tienen es que pueden conectarse varias de ellas para cumplir con el servicio. Quizás este tipo de calderas esté pensado para pequeñas comunidades.
Por otro lado, tenemos las calderas de pie, que son calderas mejor pensadas para grandes comunidades, llegando a generar una potencia de 1600kW.
De este modo únicamente será necesaria la instalación de una única caldera, eso sí, mucho más grande y que va a requerir una sala de caldera mucho mayor.
Como tercera opción, tenemos los equipos autónomos de generación de calor, instalados en edificios donde técnicamente no sea posible instalar ninguna de las otras opciones.
En todo caso, estamos hablando de calderas de condensación centralizadas, normalmente alimentadas por gasoil o por gas natural, aunque se empiezan a ver calderas de biomasa para comunidades muy pequeñas, ya que, a día de hoy, no resultan rentables.
Tengas instalada la caldera que tengas instalada, recuerda que debes instalar en cada una de las viviendas los repartidores de costes, básicamente para tener un control total del consumo y la temperatura de cada uno de los hogares. Es la mejor forma de ahorrar.
Y para hacerlo, ya sabes que cuentas con Minus. En nuestra web, te contamos cómo hacerlo.